Expertos en el diseño de entornos empresariales orientados a mejorar la biodiversidad se dan cita en Madrid y Toledo
¿Cómo se pueden implementar medidas orientadas a la naturaleza en el diseño de entornos empresariales ubicados en condiciones mediterráneas? Esta fue una de las preguntas clave que abordaron los expertos de Alemania, Austria, Eslovaquia y sus anfitriones españoles, Ecoacsa y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) durante el tercer encuentro mantenido entre los socios del LIFE BooGI-BOP.
Mientras que en Europa central las praderas floridas o los techos verdes pueden ser aplicados durante todo el año, la escasez de lluvias en gran parte de España obliga a adoptar otros conceptos. Ejemplos concretos en Castilla-La Mancha, cerca de Toledo, como el desarrollado por Plataforma Central Iberum (PCI) en Illescas, demuestran que esto es posible.
Plataforma Central Iberum es un área logística e industrial de más de 3,5 millones de metros cuadrados. PCI puede ser considerado el primer ecopolígono industrial español basado en los principios del desarrollo sostenible y uno de los primeros de Europa. Su enfoque apuesta por el desarrollo de áreas industriales que integren aspectos relevantes relacionados con la sostenibilidad, incluidos los impactos ambientales, y que también tengan en cuenta el cambio climático.
El elemento central es el agua, que, aunque en general es insuficiente, puede caer abundantemente durante fuertes lluvias que suceden en ocasiones en la región y provocar inundaciones. El agua de lluvia se drena desde todas las áreas de los tejados —que ocupan una superficie de alrededor de 100 ha—, hasta grandes cisternas subterráneas. Otros fluyos de agua circulan hacia un cinturón desde una balsa artificial, que se alimenta de las cisternas durante el verano y, por lo tanto, permanece como fuente de agua para muchos animales —incluso en la estación seca—. Amplias avenidas de hasta 40 m están distribuidas a lo largo del polígono, las isletas permiten la integración de elementos como ciclovías, hoteles para insectos, lugares de descanso o jardines de hierbas y árboles frutales. Otros árboles frutales, algunos plantados por las familias de los empleados de empresas vecinas, ayudan a preservar la biodiversidad del área.
Un efecto secundario positivo lo constituyen los considerables ahorros logrados en el mantenimiento, ya que no se dan erosiones, ni otras consecuencias perjudiciales derivadas de fuertes lluvias y tampoco es necesario mantener las áreas de gran tamaño. Otro beneficio económico es la instalación de empresas internacionales. Debido a su idiosincrasia sostenible, al apostar por ubicarse en PCI, las compañías pueden cumplir con los criterios de sostenibilidad recogidos en los informes sobre esta materia desde el principio. Esto tiene un efecto importante para el marketing, dado que favorece el atractivo del polígono a la hora de vender las áreas destinadas a empresas de logística y permite el establecimiento de precios competitivos.
Los residentes están poco familiarizados con el nuevo diseño, que impulsa fundamentalmente paisaje mediterráneo y, por lo tanto, prescinde de céspedes exuberantes de regadío durante todo el año. En este sentido, acordar un nuevo lenguaje innovador también es una de las misiones de los socios del proyecto, provenientes de cuatro países europeos.
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Foto de familia de la visita a la Plataforma Centra Iberum del equipo LIFE BooGI-BOP. Fuente: PCI.
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